El profesor Guillermo Ballenato habla de educación y relaciones familiares en la Fundación Caja Castellón

“Educar a los hijos no es tarea fácil: no existe una escuela para padres en la que se muestren las recetas para la educación perfecta. Muchos padres utilizan un estilo educativo igual que el que ellos recibieron en su día, improvisan sobre la marcha o simplemente intentan seguir su propio criterio”

El profesor Guillermo Ballenato se reunió el lunes 27 de febrero por la mañana con estudiantes de Castellón para hablar de estrategias de aprendizaje y competencias ya que para el docente “hoy en día las carencias en motivación, planificación o adecuados hábitos de estudio justifican la revisión de las técnicas de estudio”. Ballenato   abogó por recuperar el papel protagonista del estudiante en el proceso de enseñanza-aprendizaje y  destacó la importancia de una actitud positiva ante el aprendizaje y de un papel activo en la construcción del conocimiento en el que el estudiante pasa de ser un mero receptor pasivo a ser un procesador de información que valora y critica, que amplía, compara y reconstruye la información. Es un investigador capaz de descubrir, explicar y crear”.

Por la tarde el docente madrileño se  reunió con padres, profesores y público en general en la charla “Educación y relaciones familiares: Educar en positivo” que, gracias a la colaboración de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Castellón pudo organizarse en el Teatro del Raval del Castellón para dar cabida al público interesado en asistir a este encuentro.

El profesor Guillermo Ballenato es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Psicología Educativa, Psicología Clínica, Psicología Industrial y Formación. Desde 1997 es responsable del asesoramiento psicológico y psicopedagógico de la Universidad Carlos III de Madrid donde desarrolla el Programa de Mejora Personal y la Asesoría de Técnicas de Estudio.

El trabajo más complicado que nos presenta la vida es educar. En “Educar en Positivo” lejos de dar recetas mágicas el profesor Ballenato plantea una revisión de las claves educativas, los retos de la convivencia familiar y las estrategias educativas básicas. En su intervención abordará temas diversos como la comunicación, adolescencia, conflictos, aprendizaje, bienestar emocional y valores como el afecto y el reconocimiento; el diálogo, la escucha y la comprensión; la autoridad, aplicada desde la competencia y la ecuanimidad; la coherencia y el sentido común además del respeto y los valores humanos.

Afirma Ballenato que “Vivimos en un entorno en el que acostumbra a subir, a menudo, los decibelios de la voz sin darnos cuenta de que no es una manera efectiva de educar. Es necesaria pues la reflexión con claves y estrategias que permitan entablar relaciones positivas con la intención de enseñar valores y conductas a través de una educación sana y equilibrada”. Además, “El hogar no es un sitio de paso en el que únicamente se satisfacen las necesidades básicas propias de la supervivencia. Es un espacio que debe posibilitar una convivencia real, en la que hay que cuidar día a día todo aquello que contribuye al bienestar y la felicidad de todos y cada uno de sus miembros” y añade que “Gritar es mucho más sencillo que dialogar, el grito sale sin pensar y parece más sencillo gritar que dialogar, es por ello que debemos erradicar los gritos ya que si no, se pueden convertir en un hábito. Los gritos tienen excusa cuando los utilizamos de forma instintiva delante de un peligro.”

Recuerda que “Hay muchas maneras de guiar a los hijos y, aunque son más cansadas, resultan mucho más efectivas. Los padres no siempre tienen la razón y es bueno que, cuando se den cuenta de ello, lo acepten frente a sus hijos. Por eso hay que motivar a los hijos elogiando las cosas que hacen bien y, mediante el diálogo tranquilo y sin nervios, explicarles lo que hacen mal y cómo deben hacerlo correctamente. Por eso, en los conflictos con los hijos es aconsejable usar la empatía, ponerse en su lugar para intentar comprender su punto de vista. Tengamos en cuenta que ellos viven “aquí y ahora” y no calibran las consecuencias” ha concluido.

Guillermo Ballenato nos ofrecido pues las pautas para prevenir y gestionar los conflictos, mejorar el diálogo, actuar ante las mentiras, transmitir valores y reforzar las conductas de nuestros hijos. El autor incide en el hecho de que la educación debe concebirse “con la idea de intercambio, relación y comunicación con el otro”. Para él, la principal referencia en la educación se encuentra en el entorno más cercano: “Las personas que están en él generalmente padres y hermanos son poderosos modelos que muestran conductas, pautas de interacción, estrategias para resolver problemas. Transmiten formas de hablar, ideas, creencias, valores…” Según el psicólogo, aprender a educar es un acto de prevención porque “resulta más difícil intervenir cuando el conflicto ya se ha desatado, y sus consecuencias han empezado a enturbiar la dinámica de las relaciones familiares”. Los tres primeros años de la vida resultan decisivos: “Constituyen una etapa en la que el niño comienza a construir su imagen del mundo y va configurando su forma de interactuar con él. Es un periodo crítico en el que las experiencias que se han vivido dejan una huella importante”. La familia es primordial y el autor aconseja a los padres “cuidar las necesidades básicas, el bienestar emocional y el desarrollo psicológico, inculcar valores y desarrollar la autonomía”.
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