La Universitat Jaume I ha celebrado el solemne acto de apertura del curso académico 2020-2021, un acto que ha sido presidido por la rectora de la UJI, Eva Alcón, acompañada por la alcaldesa de Castelló de la Plana, Amparo Marco; el presidente de la Diputación Provincial de Castelló, José Martí; la consejera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Carolina Pascual; la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre; el rector de la Universitat Politècnica de València, Francisco Mora; el rector de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Juan José Ruiz; el presidente del Consell Social, Sebastián Pla y la secretaria general, Cristina Pauner, entre otras autoridades.

En su discurso, la rectora Eva Alcón ha destacado el esfuerzo colectivo realizado para dar respuesta a la pandemia y ha agradecido al gobierno valenciano, universidades, sociedad civil, sector empresarial y comunidad universitaria su inmenso trabajo y compromiso ante esta complicada situación.
A continuación, la rectora de la UJI ha explicado las líneas de acción que tiene previsto impulsar la universidad pública de Castelló: la retención del talento y la evaluación de la actividad investigadora en los diferentes ámbitos de conocimiento. Así mismo, en el ámbito de la investigación ha anunciado la creación de la Unidad de Tranferència, que tiene como objetivo potenciar sinergias entre los grupos de investigación, Espaitec, la FUE, el sector empresarial y la Agencia Valenciana de la Innovación, entre otras.

En esta línea, Eva Alcón ha puesto de relieve la importancia de la innovación durante la pandemia, no solo vinculada a la transferencia de los resultados de investigación sino como eje transversal de las políticas. «Este año incorporaremos estos aspectos a los proyectos relacionados con la difusión de la ciencia y la cultura, la transformación digital y la mejora educativa», porque «esperamos que este curso sea una oportunidad para demostrar lo que somos: universidad pública de Castellón, pionera en tecnologías, con vocación investigadora y proyección internacional, una universidad innovadora que trabaja para ser más inclusiva e igualitaria».

«Pese al espíritu de superación que nos caracteriza como universidad», ha comentado Alcón, «necesitamos avanzar en tres temas clave que no dependen de nosotros, sino de la voluntad política de los gobiernos». La rectora ha asegurado que lo más urgente es la financiación universitaria y ha reinvindicado que «los fondos europeos de recuperación llegan también a las universidades para ser motor de cambio», porque «no se puede olvidar que el 70% de la ciencia, la hacemos las universidades», ha indicado.
«Tenemos la oportunidad de definir un modelo justo, estable y de futuro, con indicadores actualizados y que permita a las universidades una planificación adecuada del servicio público que prestan», ha comentado, y en el caso castellonense, que permita consolidar el ámbito de Ciencias de la Salud. Los otros dos temas pendientes pertenecen al ámbito estatal y son el convenio colectivo del personal laboral y la tasa de reposición, «que impide la promoción de nuestro profesorado acreditado».

«Empezamos un curso atípico, pero lo comenzamos con espíritu de superación y con responsabilidad. Un curso donde, frente a la incertidumbre, reivindicamos el valor de la ciencia y apostamos por la solidaridad», ha concluido la rectora.



Por su parte, la consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Carolina Pascual, también ha hecho referencia a los retos de la financiación de las universidades y de la tasa de reposición reivindicados por la rectora sobre los que ha manifestado su apoyo a la UJI y la firme voluntad de acometer los cambios necesarios. «El desafío es grande, pero nuestra obstinación también lo es», ha afirmado.

Por otro lado, ha explicado que la UJI recibirá un fondo COVID de más de dos millones de euros para el pago de gastos extra y para la implementación de planes de formación tecnológica. Así mismo, ha hecho referencia a la inversión realizada en becas de exención de tasas y becas salario. «Es un esfuerzo necesario y seguiremos apostando porque ninguna persona se quede fuera de la educación superior por motivos económicos», ha apuntado.
Finalmente, la consellera ha destacado como la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de invertir en ciencia e innovación. En esta línea, ha anunciado que se va a crear una institución valenciana de excelencia internacional con sede en Castelló para atraer el talento de investigadores y líderes de carácter internacional para que desarrollen su investigación en la Comunidad Valenciana.



Lección inaugural: ciencia y retórica en la gestión social de las catástrofes planetarias

Vicent Salvador Liern, catedrático de Filología Catalana de la Universitat Jaume I y secretario del Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana, ha sido el encargado de impartir la lección inaugural de este curso académico 2020-2021 bajo el título «Ciència i retòrica en la gestió social de les catàstrofes planetàries», una lección inaugural que quiere «contribuir a establecer puentes entre dos culturas, la científica y la humanística» y más concretamente «una aproximación científica a la vida del planeta y de sus pobladores y al uso de la retórica de la palabra, porque «las catástrofes son el catalizador que activa de la manera más visible la interrelación entre el saber y la comunicación tal como corresponde a la ciencia ciudadana».

El profesor ha centrado su intervención en dos fenómenos que «amenazan el equilibrio biológico y social del planeta», como son el cambio climático y la pandemia de la COVID-19, porque «los ojos del mundo se dirigen interrogantes a la ciencia como fetiche de nuestro tiempo que garantiza racionalidad y progreso» pero «los coros no siempre se acompasan con aquello que la mirada científica parece haber puesto en claro y suscitan así rupturas cognitivas» y se producen «inercias, intereses diversos, angustias y gregarismo que enturbian la visión aséptica que se reclama al conocimiento científico y desatan actitudes contradictorias alrededor del tótem de la ciencia, que se ve así invocado por voces altisonantes, a la vez que es desatendido, utilizado, manipulado o contradicho en la práctica social».

En esta línea, Salvador Liern ha señalado que el conocimiento científico es la manera más avanzada que tiene la humanidad para comprender el funcionamiento de la realidad a pesar de que no es un procedimiento inmune a la variación de los contextos históricos ni se genera en una progresión lineal y, ante determinadas realidades inéditas, tarda en consolidar los conocimientos. «La paradoja es que los actores de la política, la economía y la mediación de la opinión pública exigen respuestas prácticas inmediatas y no quieren renunciar a la coartada de la autoridad científica para justificar sus decisiones, sin aceptar que, en fases como esta, el conocimiento científico es un conocimiento en construcción», ha añadido. En este sentido, también ha hecho referencia a las posiciones negacionistas que se acogen a la negación sin positivar razonadamente las hipótesis que contraponen.

Por otro lado, ha destacado la brecha generacional que se ha producido, un enfrentamiento de los intereses de dos colectivos identitarios, los jóvenes y la gente mayor, tanto en el caso del cambio climático como en el de la pandemia, lo cual ha provocado una insolidaridad generacional. «Instituciones como la enseñanza, a todos los niveles, y también los medios de comunicación, tendrían que asumir la responsabilidad de difundir un ideal de solidaridad intergeneracional», ha afirmado el catedrático.

Como conclusión, Salvador Liern ha puesto de relieve la necesidad de abordar estos problemas desde un enfoque interdisciplinario, a través de las fronteras entre la cultura científica y la humanista, y con un tratamiento abierto, sin prejuicios, crítico y con implicaciones éticas. «Una universidad de nuestros días, atenta al contexto social en que se inserta y consciente de su función orientadora, tiene que ser la residencia de todos los saberes pero debe estar protegida contra la estulticia, la superstición, las falsas verdades, la discriminación de cualquier tipo y el marketing político. Así, tendrá que asumir el compromiso de intentar racionalizar el comportamiento de los ciudadanos, fomentar la intención de escuchar a los otros, aprender de los errores con humildad y predicar imaginativamente y con eficacia la solidaridad humana», ha concluido.



Fuente Comunicación UJI

Fotografía Pepe Lorite

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