El Mas del Nabero de Vilafamés celebró ayer, como cada 1 de mayo desde 1991, su fiesta en honor a la Inmaculada. La climatología se mostró dadivosa tras varios días de fuertes lluvias que amenazaban con deslucir la fiesta. Pasadas las doce del mediodía la anfitriona, Inmaculada Puig, daba la bienvenida a los invitados que se dieron cita en la explanada frente a la capilla de la Virgen. Muchos echaron de menos la corneta del alguacil Miquel Borràs que lamentablemente fallecía dos días después de la festividad del Nabero de 2012. Lo que sí se escuchó fueron los versos del recién estrenado pregón de la fiesta escrito por el poeta Vicent Pau Serra. Versos inundados de buenos deseos, concordia y paz. En los minutos previos a la celebración litúrgica se mencionó también la reciente publicación por parte de la Diputación de Castellón bajo el título ‘Festa i Pau. Religiositat i Cultura Popular en el Mas del Nabero al Terme de Vilafamés’ donde se recogen diferentes voces autorizadas que analizan los aspectos religiosos, populares, etnográficos, musicales y de solidaridad que conforman esta peculiar festividad. El encargado de reseñar el libro fue precisamente el autor del prólogo, el reconocido periodista Fernando Delgado, en compañía de Patricia Mir, responsable de la coordinación de textos e introducción del volumen.

La misa solemne fue oficiada por el padre Miguel Giménez y por Mossén Bouna, sacerdote de Safané (África) destinado ahora en Albacete. Con continuas alusiones a los problemas que azotan a la ciudadanía, la crisis o el paro Mossén Miguel supo transmitir una vez más la idiosincrasia de la Eucaristía en la masía del Nabero. La Colla de Dolçainers i Tabaleters abrieron la procesión posterior de la imagen mariana donde no faltaron los más pequeños ataviados de angelets y xiquetes del meneo. Más de uno esbozó una sonrisa al ver al portavoz del Bloc Nacionalista Valencià, Enric Nomdedéu, portar con toda solemnidad la peana de la Virgen. Momentos para el recuerdo que ponen de manifiesto la personalidad tan especial de esta fiesta.

Bajo los pinos las mesas y sillas que la familia Puig-Escuder cede a sus invitados se revelaron escasas para la cantidad de público reunido este año. Especialmente satisfechos se mostraron los anfitriones del aumento de gente joven con respecto a otros años y la posibilidad que eso supone para la renovación y también para la supervivencia de la fiesta. En la pinada se pudieron ver rostros de la cultura como los pintores Paco Puig, Mª Carmen Aldás, Gloria Iglesias, Ana Beltrán o la fotógrafa Eloisa Aldás. Del mundo del teatro Abelardo Albert; de la poesía Vicent Jaume Almela y Magdalena Torrejoncillo; de la danza el Grup Alimara de Valencia y, como siempre una especial presencia de músicos. La polifonía estuvo representada por el Grup Maig, Manolo Portolés, José Manuel Mir, Ximo Ballester o Miguel Ángel Trilles, presidente de la Sociedad Filarmónica. La ONG Ajuda Directa tampoco quiso faltar a esta cita y presentó algunos objetos de artesanía que demostró la generosidad de los congregados y tiñó de un rico colorido el Pla de l’Arc. Comida de hermandad, canciones y bailes que se prolongaron hasta bien entrada la tarde pusieron el broche final a otra fiesta que logra la magia de detener el tiempo o, por lo menos, de ralentizarlo de una manera fantástica.

Patricia Mir

Periodista cultural y colaboradora de Vive Castellón

Fotografía: Pepe Lorite

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