Castellón recuerda todos los años a Santa María Magdalena con una romería celebrada el tercer domingo de Cuaresma.

En estas fiestas conocidas como “Feria y fiestas de la Magdalena”, se conmemora la fundación de la ciudad en La Plana en 1252. La romería, llamada también de “les canyes”, celebra que allá en la montaña, en la ermita dedicada a la santa se reunía la primera comunidad cristiana antes del traslado de la población al llano. Sin embargo, la fiesta litúrgica de la santa en todo el mundo cristiano se celebra el día 22 de julio. El papa Francisco la ha elevado a la condición de fiesta en toda la iglesia, calificando a la santa nacida en Magdala como “apóstol” de Jesucristo.

Misa y veneración de su reliquia
El pasado domingo 22 de julio el prior del Lledó mossén Josep Miquel Francés presidió una solemne Eucaristía recordando a la santa, su ermita y los origines cristianos de la ciudad. Al finalizar el padre Alfredo Salazar ofreció a la veneración de los fieles la reliquia de Santa María Magdalena. Se trata de un pequeño busto relicario del siglo XVI, que alberga una pequeña caja de plata con un fragmento del cuerpo de la santa enterrado en la Basílica de Saint Maximin, cercano a Marsella. Con este busto relicario es recibida cada año en Lledó la romería de la Magdalena, en su regreso nocturno a la ciudad.

Altar de la Magdalena en la Basílica
Durante todo el día permaneció iluminado y adornado el retablo de Santa María Magdalena de la Basílica, donde un gran cuadro de Vicente Traver Calzada enmarca la imagen de la Magdalena del pintor Juan Bautista Porcar, venerado antiguamente en su altar de la ermita de la montaña. En un lateral de esta misma capilla se puede observar la Aparición de Cristo Resucitado a Santa María Magdalena la mañana de Pascua.

Fuente: Paloma Aguilar Royo, Basílica Lledó

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