» Ibiza, en desventaja ecológica frente a otros puntos del Mediterráneo, según un estudio del proyecto MarPITIUS25
El censo, desarrollado desde el Aula IbizaPreservation de Criminalidad Azul de la UJI, detecta en el litoral ibicenco menor biodiversidad, biomasa y presencia de peces adultos que en zonas como Dénia Un estudio científico integrado en el
proyecto MarPITIUS25 del Aula IbizaPreservation de Criminalidad Azul de la
Universitat Jaume I, alerta de que el litoral de Ibiza presenta una situación ecológica comprometida, incluso en áreas donde las praderas de Posidonia oceanica se mantienen estructuralmente bien conservadas. Los resultados del censo visual de peces, desarrollado por investigadores e investigadoras de la Universidad de Alicante y la UJI, muestran comunidades dominadas por peces pequeños y juveniles, con una presencia reducida de individuos adultos y una biomasa baja.
El estudio incorpora una comparación directa con censos equivalentes realizados en Dénia, donde se aplicó la misma metodología. En esta ocasión, los resultados muestran mayor biodiversidad, más especies comerciales, una estructura de tallas más equilibrada y una biomasa claramente superior a la del litoral ibicenco.
El trabajo de campo se llevó a cabo en junio de 2025 en tres zonas representativas del litoral ibicenco —Santa Eulària, Cala Sol d’en Serra y Talamanca— coincidiendo con un periodo de máxima presión turística y ambiental. En total se registraron 3.243 individuos pertenecientes a 15 especies, una cifra reducida para este tipo de hábitats, especialmente si se compara con otros puntos del Mediterráneo occidental, según explican desde la Universidad de Alicante y la UJI.
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Bajo el agua, en las zonas muestreadas encontramos un ecosistema que no está funcionando correctamente: predominan peces pequeños y juveniles, y apenas hay adultos. Eso nos permite inferir que hay presión ambiental continuada, aunque la pradera de posidonia siga en pie», explica Esteban Morelle-Hungría, investigador principal del proyecto y director del Aula IbizaPreservation de Criminalidad Azul de la Universitat Jaume I.
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Cuando comparamos Ibiza con otros puntos del Mediterráneo occidental, como Dénia, observamos menos especies, menos biomasa y menos peces adultos. Esto nos indica que el estado ecológico del litoral ibicenco es más frágil de lo que se suele asumir», incide Morelle.
En Ibiza, casi el 98% de los individuos observados eran de pequeño tamaño, frente a una proporción mucho menor en Dénia, lo que refuerza la idea de que amplias zonas del litoral pitiuso funcionan principalmente como áreas de cría, un criterio de gran relevancia a la hora de identificar posibles ubicaciones para una Área Marina Protegida (AMP).
Una degradación silenciosa y acumulativa Los investigadores advierten de que estos resultados no responden a un episodio puntual, sino a la acumulación de presiones ambientales que actúan de forma constante sobre el litoral. Entre ellas destacan los vertidos, las salmueras de las desaladoras, los microplásticos, el intenso tráfico marítimo y la elevada presión turística. «Uno de los mayores problemas es que el daño ambiental marino se ha normalizado. Vertidos legales, infraestructuras mal ubicadas o presiones turísticas intensivas no se perciben como violencia, aunque sus efectos sean claramente destructivos», advierte Morelle-Hungría.
Desde el enfoque de la Criminología Azul, el estudio introduce el concepto de violencia ambiental lenta, un tipo de degradación que no ocurre de forma abrupta, pero cuyos efectos se acumulan con el tiempo.
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Lo que muestran estos datos no es un accidente ni un episodio puntual, sino una forma de violencia ambiental lenta y acumulativa. El daño al mar pitiuso no ocurre de golpe, pero se produce día a día, sin responsables visibles y con consecuencias reales sobre los ecosistemas», añade Morelle-Hungría.
El censo de peces constituye una línea base biológica clave para orientar futuras políticas de conservación y gestión del litoral ibicenco. Entre las principales recomendaciones del estudio figuran la puesta en marcha de programas de seguimiento periódico, la revisión del diseño y ubicación de emisarios, la aplicación del principio de precaución en la gestión del agua y la evaluación de nuevas áreas marinas protegidas. «
La Criminología Azul no llega cuando el daño ya es irreversible, sino para prevenirlo. Estudios como este permiten identificar riesgos, corregir decisiones y evitar que la degradación del mar se convierta en un daño estructural permanente», concluye el investigador.
El Aula IbizaPreservation de Criminalidad Azul, impulsada conjuntamente por la fundación IbizaPreservation y la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), es un espacio académico dedicado al estudio, la investigación y la divulgación sobre los daños ecológicos en ecosistemas acuáticos. Desde un enfoque interdisciplinar basado en la Criminología Azul, el Aula analiza prácticas como vertidos, sobrepesca o destrucción de hábitats, considerando tanto su impacto ecológico como sus posibles implicaciones jurídicas. En este marco se desarrolla el proyecto MarPITIUS25, que integra datos físico-químicos y biológicos para ofrecer un diagnóstico científico, jurídico y restaurativo del litoral ibicenco, con el objetivo de contribuir a una gobernanza ambiental más justa y basada en la evidencia.
Fuente: Universidad Jaime I
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