Las calles de Castellón acogieron una cacerolada como protesta de los hosteleros, contra Pedro Sánchez y Ximo Puig, el jueves 4 de febrero, organizada de nuevo por Ashocas, Asociación Hostelera de Castellón, en la que colaboraron diferentes empresas y asociaciones de manera desinteresada, por ver insuficientes las ayudas anunciadas para la Comunitat Valenciana, y por las nuevas restricciones en las que Ashocas asegura que el sector va a "morirse de hambre".

Casi 500 hosteleros de la provincia de Castellón han vuelto a exigir un plan de rescate tras 15 días de cierre y con los contagios en aumento quedando probado una vez más que no son los responsables, según sus opiniones. No quieren más mentiras ni más marketing, quieren ayudas y las quieren ya o mañana será tarde, expresaban.


El Partido Popular se reunió el miércoles 3 de febrero con ASHOCAS en el Congreso y en el Senado y el 4 de febrero mostró su apoyo a la hostelería en una nueva protesta de la asociación. Esta vez, en forma de cacerolada que llevó a los hosteleros hasta la sede del Consell, en la Casa dels Caragols, para exigir un rescate ajustado a las necesidades reales de la hostelería porque no están conformes con lo que ellos llaman ‘pseudoplanes’ de Puig. Los Populares ya participaron el pasado 20 de enero en la concentración de ASHOTUR frente a la Subdelegación del Gobierno y el 21 de enero en la caravana de protesta de ASHOCAS que movilizó a centenares de vehículos ante la indefensión y el hartazgo del sector.


Redondo advirtió: “Frente a la demora de estas ayudas, que ya anuncia el propio gobierno municipal que llevarán un tiempo tramitarse, lo que precisamente no tiene la hostelería, ni el ocio nocturno, ni otros sectores igual de afectados por las consecuencias de la crisis sanitaria del COVID es tiempo. Por eso, exigimos que se les informe debidamente cuándo y cómo van a poder disponer de ellas”.

La hostelería, igual que el ocio nocturno, lleva más de diez meses con duras restricciones, los propietarios de los locales acumulan miles de pérdidas diarias como consecuencia de los gastos fijos que tienen que seguir pagando a pesar de no contar con ninguna ayuda. El Plan Resistir de la Generalitat anuncia para cada autónomo y microempresa, de hasta 10 trabajadores, de los sectores más afectados por la crisis una cuantía directa fija de 2.000 euros, que se incrementará en 200 euros adicionales por empleado a su cargo hasta un máximo de 10.000 euros. Unas ayudas para la hostelería insuficientes, el propio sector hostelero las califica de ‘limosna’ y además no todos los sectores van a poder acogerse, por ejemplo el comercio tradicional se queda fuera.

Fotografía: Pepe Lorite
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