El Santuario del Lledó fue elevado a la dignidad de Basílica en 1983, por el papa Juan Pablo II. Cada basílica puede ostentar unos símbolos que la identifican y la vinculan, más que otros templos, con la Santa Sede Apostólica Romana. Estos símbolos son, además de las armas pontificias, la umbela y el campanil.

La Basílica del Lledó bendice este sábado por la tarde la nueva umbela. Ha sido confeccionada por la Comunidad de las Esclavas del Santísimo Sacramento de Burriana, en moaré de seda importada de Italia a través de una empresa de Castellón. El campanil, de madera, se estrenó en años pasados. Ambos desfilaran en la procesión general de este domingo por la tarde.

La umbela del Lledó
Representa una tienda de campaña. Dios, encarnado en Jesucristo, puso su tienda- habita- en medio de su pueblo. En la umbela se usan los colores rojo y amarillo, que son los imperiales heredados del Senado Romano, y que fueron adoptados para la umbela como insignia del gobierno papal. Está hecha de seda, con franjas alternando ambos colores; de cada una pende una campanilla de plata. La umbela se remata por un globo con una cruz y las armas pontificias, ambos de metal dorado, todo montado en una pértiga.

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