El taller de restauración de la Fundación Blasco de Alagón ha recuperado la talla de la Virgen de l'Avellà de Catí. La imagen presentaba un notable deterioro. Se apreciaban varias grietas correspondientes a tallas de unión, perdida de soporte, así como también la perdida de policromía, falta de dorados y ataques de carcoma en su base. En algunas zonas se apreciaban repintes que pretendían paliar las pérdidas de policromía que había sufrido la imagen. El alcalde de Catí Manuel Puig y el edil de la localidad, Pablo Roig, recibieron de manos de la gerente de la Fundación Blasco de Alagón, Lucía Martí, la imagen recuperada. El alcalde de Catí agradeció el trabajo del taller de restauración de la Fundación, encabezado por su responsable, Ana Cañizares. De este modo la Fundación contribuye a la mejora del patrimonio colectivo de los vecinos del Maestrat. En el caso de Catí el alcalde manifestó la especial devoción que profesan sus vecinos hacia l'Avellà. El lunes de Pascua Catí peregrina hasta l'Avellà. En esta jornada fueron muchos los vecinos que se fotografiaron junto a la talla restaurada. El proceso de restauración se inició con los estudios previos de la imagen. Posteriormente se ha consolidado tanto la estructura de la talla como de la policromía, se ha realizado un tratamiento con antixilófagos, se ha llevado a cabo la limpieza de la pieza, se han estuacado los faltantes y se han reintegrado las pérdidas de la película pictórica y del dorado.

Una devoción histórica

La talla Virgen de l´Avellà, es una imagen realizada en madera y es similar a la original, destruida en 1936. En la imagen la Virgen sostiene al niño Jesús en su mando izquierda y en la derecha lleva un lirio. El Niño lleva un globo en su mano izquierda y la derecha en actitud de bendecir. La Virgen está de pie sobre una nube rodeada de querubines. La devoción de la Virgen de l´Avella, se remonta al siglo XV. La leyenda cuenta que la Virgen se le apareció a una vieja ciega y leprosa, que se dirigía a Santa Lucía para pedirle al Señor que le recobrará la vista y la curara de la lepra. Al pasar por la Fuente de L´Avellà, oyó una voz que le preguntó donde se dirigía y al responderle que iba a Santa Lucia, la voz le dijo que se lavará en el agua de la fuente y que en ella se curaría. La vieja recuperó la vista y se curó de la lepra, y fue al pueblo de Catí a contar el milagro. De este modo los vecinos de Catí podrán celebrar la Pascua con la imagen recuperada.

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