• Entre partido y partido los 2.100 jugadores de la Marina d'Or Básket Cup se refrescan en las instalaciones de la Ciudad de Vacaciones

• Los inscritos tienen acceso a las piletas del hotel Gran Duque y a la costa del Mediterraneo

Marina d'Or, tenemos un problema. Un dilema debe ser resuelto por cada uno de los 168 equipos de la Marina d'Or Básket Cup. Llega el descanso entre partido y partido y hay que decidir qué rumbo ponemos: playa o piscina. Algunos prefieren el elemento salado para refrescar los pies y otros se decantan por las aguas calmadas del spa del hotel Gran Duque. La suerte es que hay opciones para dejar a todos contento.

Un solazo cuelga del cielo. Ni una nube asoma por el horizonte. Un grupo de 'tuaregs' se dirige hacia el Palacio d'Or. Cubiertos con toallas y en chancletas marchan a la espera del trenecito que les lleve a su alojamiento. Son los sonrientes benjamines del Alta Ribagorza que dejan un rastro de agua tras sus pasos. El pelo mojado es otra pista. Vienen de la piscina. "Hoy nos ha tocado venir aquí, pero el primer día fuimos a la playa. En Benasque la tenemos algo lejos y hay que aprovechar", anuncia Nerea miestras se coloca las gafas. "Me he metido en una piscina en la que salían unos chorros por debajo. Ha sido genial", explica esta jovenzana altoaragonesa.

Con el gorro puesto sale del agua Joaquín Guijarro. El renacuajo del Alcobendas viene del jacuzzi. "Salen un montón de burbujas. Es muy divertido. Pero yo soy más de playa. El otro día estuvimos y aunque hacía algo de frío a mi no me importó y me metí hasta la cintura. Queremos volver la temporada que viene, pero sabemos que tendremos que portarnos bien y hacer caso a nuestro entrenador", suelta este madrileño rodeado de todos os alevines de primer año del CBA. Marina d'Or ha abierto sus instalaciones para los 2.100 participantes en el torneo de baloncesto que organiza MHL Sports. Todos han pasado y pasarán por la piscina cubierta y climatizada del hotel Gran Duque o por las exteriores, con un circuito de varias piletas de distintas profundidades.

Los lagartos del CBZ
Al sol se tuestan un grupo de lagartos rojos. Los menos valientes se protegen en la sombra o cubren su rostro con una toalla buscando el sueño. Los reptiles tienen forma humana y camiseta de león rampante. El escudo del CB Zaragoza los reconoce. "Somos más de tomar el sol", informa Luis Baquedano, un chico del Actur de Zaragoza. Cerca anda el entrenador. Alberto Artús dirige a este grupo de alevines de primer año. "Fuimos a la playa, pero hacía algo de frío y era ya tarde, así que no quise que se metieron muy adentro para que no se resfriasen", asienta el precabido preparador. Luis toma nota de todo lo que está viviendo estos días porque cuando llegue a casa le va a pedir a su padre volver de vacaciones a Marina d'Or. "Sé que les encantará. Seguro que convenzo a mi padre por el bufet libre del hotel de cuatro estrellas. A mi me encanta la iluminación. Todo está muy vivo", explica este mañico.

Las chicas del Sa Real terminan de secarse. Salen de la piscina climatizada. Ellas han decidido mojarse bajo techo. "Acabamos de venir de un partido y hacía tanto calor que había que remojarse", cuenta Paula Ribas. Estas jóvenes jugadoras de Ibiza han optado por las aguas tranquilas que las olas. "Es que aquí no hay arena y así no te ensucias", opina Clara Marí. "Esta piscina está superlimpia", añade Eva Ribas. Han tenido más de media hora para chapotear, pero lo han aprovechado al máximo. "Hemos hecho peleas de gallos, un pilla-pilla acuático y también nos hemos metido en el jacuzzi", finaliza Diana Marí.

Una sueca en la playa
En una parada de trenecito esperan unos jugadores del Torrelodones. Cogerán el transporte para ir a su hotel y prepararse para ir a la playa. "Llegamos rápido con el tren. Ha sido una buena mejora con respecto al año pasado. Además es una forma divertida de desplazarse", dice Luis, del junior del club del norte de Madrid. Detrás se suben unas muchachas de El Olivar. Se meten todas en el último vagón y aún hay espacio. Es uno de los mejores momentos para compartir experiencias del torneo y de paso hacer nuevas amistades.

Frente a la playa de Les Amplaries se extienden los jardines. Entre puentes, cascadas y lagunillas tienen su casa pavos reales, patos y faisanes. Un cadillac aparcado en una plaza sirve de fondo para fotografías. Las chicas del Barça CBS dan un paseo antes de ir al restaurante. Unos muchachos con el chandal del Alierta zaragozano ascienden por unas escaleras para tener vistas de todo el arenal. En mitad de la costa pueden divisar varios puntos amarillos. Se mueven sin parar. Se identifican por su espalda. 'Halcones'. Las alevines e infantiles del club de Arroyofresno (Madrid) están disfrutando de la playa. "En Madrid ya tengo piscina, así que hay que disfrutar", dice la portavoz Lucía Novo: "Pasamos el rato riéndonos y bailando. Y nos hacemos fotos. Una pasa como si fuera una modelo de un anuncio de champú tocándose el pelo y el resto somos sus paparazis".

No todas tienen la misma opinión. Algunas no quieren que el agua les toque ni un pelo. "Preferimos ponernos morenas para ir luego a la disco-móvil", asiente Sofía García. "A mi eso me da más igual. Me gusta bañarme. No me lo pienso y me tiro de cabeza", adiverte Isa Lozano. El debate termina entre risas y nuevas poses para las fotos.

¿Playa o piscina? Ya tenemos la respuesta: pasarlo bien. Y punto.

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