El Alcalde de Castellón, Alfonso Bataller visitó ayer a las Madres Capuchinas con motivo de su próxima marcha a Barbastro, con el fin de agradecer a la congregación, en nombre de toda la ciudad, su trabajo en Castellón durante 300 años y les ha agradecido que las 45 obras más importantes de su patrimonio se queden en la capital de la Plana, gracias al convenio firmado. El convento que ahora dejan las Madres Capuchinas será ocupado próximamente por una congregación procedente de Burriana.

En esta visita al convento, junto al Alcalde han estado el director ejecutivo de Castelló Cultural, Vicente Farnós; el concejal de Cultura, Vicent Sales; el representante de la Congregación, José Luis Breva; y un representante del Obispado. También se han incorporado a la visita el director territorial de Cultura, Francisco Medina; y Josep Lluis Gil, también de Cultura. Por su parte, Farnós ha explicado que el “grueso del patrimonio de la congregación se queda en Castellón y se garantiza también la permanencia en la ciudad de la colección de Zurbaranes gracias al convenio firmado”. Además, a este acuerdo se suma la Tabal Gótica de la Estigmatización de San Francisco, la Virgen del Rosario de José Jacinto de Espinosa y la escultura de San Francisco de Pedro de Mena. También permanecerán en la ciudad los restos de la beata que permanecen en la iglesia del convento, así como las placas de cerámica, la imagen de la Virgen del Lledó del siglo XVIII o la Dolorosa de Bonet. Las Madres Capuchinas han agradecido al primer edil su visita en el transcurso de la cual ha visitado el convento y la iglesia.
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